El síndrome de piernas inquietas es un trastorno neurológico caracterizado por una sensación de incomodidad en los miembros inferiores que provoca una voluntad incontrolable de mover las piernas. Los síntomas del síndrome de las piernas inquietas se manifiestan cuando la persona está en reposo, sobre todo a la hora de dormir.
Una persona con síndorme de las piernas inquietas siente un deseo muy fuerte de mover a los miembros inferiores, generalmente asociado a uno hormigueo, picazón o pérdida de sensibilidad en la pierna entre el tobillo y la rodilla.
La persona tiene que mover al miembro para aliviar estos síntomas, que empiezan o empeoran durante períodos de tiempo resto. También es frecuente que los síntomas se agravan al fin del día o a la nocheantes de ir a la cama o después de acostarse.
El trastorno es más común en las mujeres. Los primeros síntomas generalmente aparecen entre 27 y 41 años de edad, con tendencia a empeorar en la tercera edad.
La necesidad de mover las piernas perjudica calidad del sueño, causando cansancio, somnolencia, irritación, dificultad para concentrarse y problemas de memoria. Además, el síndrome de las piernas inquietas dificulta la realización de viajes largos y idas al cine, por ejemplo, trayendo perjuicios significativos a la calidad de vida.
Alrededor del 30% de los casos de síndrome de piernas inquietas tienen como causa factores genéticos. Otras causas incluyen falta de hierro, embarazo, abuso de estimulantes y bebidas alcohólicas, tabaquismo, uso de medicamentos antidepresivos y antipsicóticos, enfermedades renales y degenerativas, como el mal de Parkinson. En aproximadamente el 30% de los casos, el síndrome tiene una causa desconocida.
El tratamiento del síndrome de piernas inquietas se realiza con medicamentos que estimulan la producción de dopamina, un neurotransmisor que está presente en menor cantidad en personas con el trastorno. Esta sustancia conduce los impulsos nerviosos y su disminución o la falta en el organismo afecta los movimientos del cuerpo.
Otros medicamentos que también se utilizan para tratar el síndrome son los siguientes: anticonvulsivos y los benzodiazepinas (Tranquilizantes).
También forma parte del tratamiento del síndrome de las piernas inquietas adoptar hábitos que ayudan a mejorar los síntomas, como tener una alimentación sana, practicar actividad física regularmente, reducir el consumo de cafeína y estimulantes, tomar suplementos de hierro y vitaminas en caso de anemia.
El diagnóstico y tratamiento del síndrome de piernas inquietas es responsabilidad del médico neurólogo.
Más información en: ¿El síndrome de las piernas inquietas tiene cura? ¿Cuál es el tratamiento?
