El tratamiento del labio leporino se realiza a través de cirugía plástica. El objetivo es corregir la fisura palatina, reconstituir el labio superior y reposicionar la nariz. La primera intervención quirúrgica generalmente ocurre en los primeros 3 meses de la vida del bebé. La segunda cirugía se realiza cuando el niño tiene alrededor de 1 año y medio de edad y tiene como objetivo cerrar el cielo de la boca (paladar).
La cirugía asegura la integridad de la estructura ósea, la funcionalidad de la musculatura de la boca y la cara, además de evitar la voz anasalada y deficiencias en la respiración.
Sin embargo, el número de operaciones depende del crecimiento y de la edad del paciente, así como de las estructuras involucradas, como nariz, labios y cielo de boca.
Es importante que la cirugía de corrección del labio leporino sea realizada lo más pronto posible para no afectar el desarrollo óseo, la lactancia, el desarrollo del habla, entre otras complicaciones.
Todo el proceso de tratamiento del labio leporino es largo, llevando 16 a 20 años para completar. Durante la rehabilitación, el crecimiento de los huesos del cráneo y de la cara debe observarse con atención para que la persona no se quede con secuelas, como crecimiento inadecuado de los huesos craneofaciales.
A pesar de las cirugías ser realizadas en los primeros meses de vida, el niño con labio leporino deberá ser acompañado por diversos profesionales (fonoaudiología, cirugía plástica, odontología, psicología) a lo largo del tratamiento.
La actuación equipo multidisciplinario es importante para estimular el desarrollo adecuado de la estructura ortodóntica y evitar disturbios respiratorios, infecciones crónicas, malnutrición y problemas en la dentición.
El tratamiento para el labio leporino acarrea profundas mejoras en la calidad de vida del niño, además de mejorar el aspecto estético. El proceso terapéutico es individualizado, ya que la respuesta al tratamiento depende de diversos factores que varían en cada caso.
Es importante señalar que, además de las cirugías, los otros tratamientos son fundamentales para tener buenos resultados. Si el tratamiento completo no se sigue hasta el final, puede haber graves complicaciones para la persona.
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