la tratamiento para pénfigo se hace con el uso de corticoides orales asociados a inmunosupresor. Este tratamiento, en general, es prolongado y puede requerir el uso de estos medicamentos durante varios años.
la meta mayor del tratamiento es mantener la enfermedad sobre el control, evitar el agravamiento de las lesiones y evitar la aparición de nuevas lesiones.
Como estas medicaciones pueden acarrear diversos efectos colaterales, la persona con pénfigo debe ser acompañada regularmente con exámenes de rutina y evaluación médica.
A veces, como parte del tratamiento, la persona puede ser evaluada por otros expertos (oftalmólogo, dentista, endocrinólogo, ginecólogo, reumatólogo, cardiólogos, etc.) para observar la presencia de estos efectos colaterales en otros órganos además de la piel y las mucosas.
La enfermedad puede presentar momentos de mejora y control, pero puede descontrolar en determinados momentos necesitando una elevación en la dosis de las medicaciones.
El médico / a dermatólogo es el responsable de la conducción del caso.
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