no hay una forma segura de elegir el sexo del bebé antes del embarazo.
El sexo del bebé es determinado por la unión de los genes del óvulo de la madre con los genes del espermatozoide del padre. Así, un espermatozoide que lleva el gen X determinará un bebé femenino, mientras que un espermatozoide que portan el gen Y determinará un bebé masculino. Algunas variaciones son posibles a depender de otras combinaciones genéticas, determinando algunos síndromes sexuales.
Hay algunos estudios que comparan el espermatozoide masculino (Y) y el espermatozoide femenino (X). la Espermatozoide femenino (X) es más lento y más resistente, consiguiendo quedarse más tiempo en la región de las trompas.
Con eso, en teoría, teniendo relaciones sexuales días antes o días después de la ovulación, hay más posibilidades de tener una niña, una vez que el espermatozoide femenino resistiría por más tiempo hasta la llegada del óvulo. Si la La relación sexual es el día de la ovulación, el espermatozoide masculino llegaría al óvulo más rápidamente, aumentando la posibilidad de ser un niño.
Sin embargo, esta práctica sólo aumenta la posibilidad de elegir el sexo del bebé y está lejos de ser 100% eficaz, sobre todo porque es difícil de saber exactamente el momento en que ocurre la ovulación y el momento de encuentro entre el espermatozoide y el óvulo.
