La persona portadora de VIH puede tener una disminución de la libido. Esto puede ocurrir por alteraciones psicológicas causadas por el hecho de saber que es portador del VIH o debido al uso de medicamentos que provocan disturbios endocrinológicos. El diagnóstico de la presencia del virus (VIH) causa un enorme impacto psicológico en la persona, pudiendo llevar a varios disturbios como depresión, estrés, ansiedad y pérdida o disminución de la libido.
El VIH provoca una pérdida en la capacidad de reacción del organismo a los agentes causantes de las enfermedades (bacterias, hongos y virus). Algunos de los medicamentos usados en su tratamiento (terapia antirretroviral) pueden causar disturbios hormonales que afectan a la libido y la capacidad de erección (disfunción eréctil). Los medicamentos utilizados para tratar la depresión y los cambios de los triglicéridos también pueden causar la reducción del deseo sexual.
La pérdida de la libido es un síntoma común en las personas portadoras del VIH, por lo que este problema debe ser discutido con el médico infectologista y el equipo multidisciplinario, que podrán auxiliar en la resolución de ese problema.
