¿Cuál es el tratamiento para la cesárea?

Respuesta de experto:

El tratamiento para finos debe ser hecho por un médico urólogo. La simple reducción manual del prepucio puede ser suficiente para corregir la fimosis, siempre que sea hecha por un profesional especializado para evitar complicaciones.

La posterior aplicación de hielo puede ayudar en el proceso, pero si hay hinchazón, puede ser necesario aplicar pomadas a base de corticoides para controlar la inflamación y facilitar posteriormente la reducción.

El procedimiento quirúrgico (postectomía o circuncisión) consiste en la retirada parcial o completa del prepucio, con la aproximación de los márgenes de la piel al borde mucosa restante del prepucio. El ideal es que sea realizado entre 7 y 10 años de edad.

El niño sale en el mismo día del hospital y en unos cuatro días puede reanudar las actividades normales, pero los ejercicios físicos se deben evitar durante tres semanas aproximadamente.

Cirugía para la Fimosis:

En adultos, la circuncisión se efectúa bajo anestesia local, con el anestésico siendo inyectado en la base del pene, justo debajo de la piel. El dolor de la inyección no es mayor ni menor que en otra parte del cuerpo. A pesar del miedo de la aguja, los que se someten al procedimiento lo toleran muy bien.

El tiempo de duración de la cirugía es de unos 30 minutos. La operación consiste en la remoción de la porción prepucial que se adhiere al glande o estrechada, o del exceso de prepucio, cuando sea necesario. Generalmente son necesarios de 10 a 20 puntos quirúrgicos para reparar la herida. Un curativo simple se hace y el individuo puede ir a casa enseguida.

postoperatorio:

El dolor en el postoperatorio es moderado y controlado por analgésicos. Las erecciones penales en esta fase no suelen causar problemas. La hinchazón y los hematomas penales son comunes, pero ceden en pocos días.

El paciente debe permanecer en reposo relativo por 1 a 3 días. Después de ese período, ya puede conducir automóviles o realizar trabajos que no exija mayores esfuerzos físicos. Cerca de 15 días después de la cirugía ya es posible practicar deportes. Las relaciones sexuales sólo se liberan, en promedio, después de 30 días.

Los puntos quirúrgicos son absorbidos por el cuerpo y no necesitan ser retirados. Los apósitos son simples y no requieren mayores cuidados. Es común que haya una discreta reducción de la sensibilidad del glande, pero raramente afecta la calidad del acto sexual.

  • La fimosis verdadera - es aquella que se presenta como una cicatriz blanquecina y es rara antes de los cinco años de edad;
  • Bálano-postitis recurrentes - episodios recurrentes de eritema e inflamación prepucial, a veces, con flujo purulento, que no responden al tratamiento con compresas calientes, y antibioticoterapia local o sistémica. Indicada después de los dos años de edad o en niños con control esfínteriano diurno;
  • Infecciones recurrentes del tracto urinario - la menor incidencia de infección del tracto urinario (ITU) en lactantes masculinos circuncidados sugiere que es posible una infección ascendente a partir del prepucio. La postectomía puede ser oportuna en los casos de ITU recurrente y en anormalidad del tracto urinario, anatómico, o en aquellos con disfunción vésico-esfínteriana, que hacen cateterismo uretral intermitente limpio. Un estudio multicéntrico, examinando pacientes con reflujo vésico-ureteral e historia prenatal de hidronefros, refiere una diferencia estadística importante en el 63% de los niños no circuncidados con reflujo e ITU, comparados con el 19% de los circuncidados, ambos grupos en quimioprofilaxis. Estos hallazgos sugieren que la remoción del prepucio puede proteger contra las ITU en los niños con reflujo y, posiblemente, también en algunos casos de anomalías obstructivas;
  • El adolescente que aún no puede exponer completamente su glande puede tener una masturbación dolorosa y dificultades de penetración al inicio de la actividad sexual.

En caso de sospecha de fimosis, un médico (preferentemente un urólogo) deberá ser consultado. Él podrá evaluar detalladamente, a través de anamnesis y examen físico, cuál es su diagnóstico correcto, orientarlo y prescribir el mejor tratamiento.