Sí, la obesidad puede interferir en la producción de las hormonas y la ovulación debido a la gran cantidad de grasa en los tejidos del cuerpo, provocando cambios en el ciclo menstrual.
Esto sucede porque los hormonas femeninas se metabolizan y se almacenan en tejido adiposo, es decir, en la grasa corporal.
Así, el exceso de tejido adiposo observado en la obesidad puede interferir en el funcionamiento de la glándula hipófisis en el cerebro, dejando el ciclo menstrual desregulado.
Si la obesidad está causando amenorrea (ausencia de menstruación), usted debe seguir un plan alimentario y un programa de ejercicios físicos para ayudar a perder peso.
El más indicado es consultar a un médico ginecólogo para que su caso sea debidamente evaluado y usted reciba las orientaciones en cuanto al tratamiento que deberá ser seguido.
