Tomar el baño después de comer puede hacer mal o no. Depende sobre todo de la temperatura del agua. Los baños de ducha o bañera en agua fría pueden provocar Choque térmico y deben ser evitados. Si el agua está tibia o caliente, el baño probablemente no hará daño.
Esto es porque, después de las comidas, hay un aumento de la concentración de sangre en el aparato digestivo debido a la digestión. Si el agua del baño está fría, el cuerpo necesitará aumentar el flujo sanguíneo a la piel para mantener su temperatura corporal constante.
Esta mayor solicitud de flujo de sangre a la piel retira la sangre necesaria para digestión, haciendo que no haya suficiente sangre para las dos necesidades: digestión y aumentar la temperatura de la piel.
Así, el corazón puede volverse incapaz de bombear la sangre a una velocidad suficiente para atender las demandas, y, como consecuencia, la persona puede incluso morir de choque hipovolémicouna situación en la que los órganos vitales dejan de recibir la cantidad mínima de sangre necesaria para su funcionamiento.
Esta sería una consecuencia grave. En algunos casos, la persona puede sentir un ligero malestar, como una indigestión que puede resultar en vómitos, con una consiguiente mejora de la incomodidad.
La misma situación se aplica en baños de piscina, río o mar, con el agravante de que en estos casos la persona entra en el agua y nada, o sea, realiza una actividad física. El ejercicio requiere que el cuerpo aumente el flujo de sangre hacia los músculos, dejando la digestión a un lado.
Para evitar complicaciones, se recomienda que los baños después de comer sean rápidos y tomados en agua tibia o caliente (no muy caliente). Si va a entrar en el agua, evitar comidas más pesadas, con grasas y proteínas, dando preferencia a aperitivos ligeros y jugos de fruta.
