La saliva en exceso puede ser causada por disturbios variados que influyen tanto en el aumento de su producción, como en la dificultad para ser tragada. Principalmente en los primeros meses de embarazo, puede ocurrir la salivación excesiva, pionismo o sialorrea. Este síntoma está relacionado con la presencia de náuseas y vómitos que, probablemente, llevan a la gestante a las dificultades para tragar la saliva, y que desaparece en el transcurso de la gestación, con la mejora de los mareos. Su causa no está bien esclarecida, pudiendo ser originada por motivos psicológicos o hormonales.
La saliva se produce para ayudar a la digestión de los alimentos. Las glándulas salivales, que se encuentran cerca de la boca, producen y eliminan la saliva según la necesidad de la digestión, pero esto puede ser alterado en presencia de: inflamaciones en la boca, estomatitis, dientes que nacen o mal adaptados a la boca (prótesis, dentaduras) , reflujo gastroesofágico, infección en la garganta, uso de medicamentos como el Clonazepan, Ketamina, Clozapine y Cloruro de potasio, infección en el páncreas, trastornos en el hígado e intoxicaciones.
Algunas causas más frecuentes para la dificultad para tragar y mantener la saliva en la boca:
- sinusitis crónica y aguda,
- las amigdalitis y las infecciones en la garganta,
- alergias,
- las adenoides aumentadas de tamaño,
- tumores u otros trastornos que puedan afectar los movimientos de los labios y de la lengua,
- Trastornos del sistema nervioso que afectan la capacidad para tragar (deglución).
La salivación excesiva debe ser tratada según su causa y el clínico general es el médico indicado para la evaluación inicial del problema.
