La primera cosa a hacer en caso de eyaculación retardada es buscar un médico urólogo para investigar posibles causas orgánicas del problema y tratarlas, cuando sea posible. Entre ellas están alteraciones hormonales, diabetes, lesiones de nervios, cirugías pélvicas, problemas en la próstata, uso de medicamentos, sobre todo antidepresivos, además de abuso de alcohol o drogas.
Sin embargo, la mayoría de los casos de eyaculación retardada tienen su origen psicológico, ya que gran parte de estos hombres consiguen eyacular con masturbación o durante el sueño, cuando tiene sueños eróticos.
Algunos estados psicológicos que pueden dificultar la eyaculación que incluyen situaciones de estrés o constreñimiento, miedo o ansiedad en relación al embarazo, preocupación excesiva con el orgasmo de la mujer, creencias religiosas, conflictos con la preferencia sexual, preocupaciones conscientes o inconscientes durante la relación sexual, entre otros.
El tratamiento más indicado en estas situaciones, en que la causa de la eyaculación retardada es de naturaleza emocional o psicológica, es la terapia sexual. No hay medicamentos específicos capaces de acelerar la eyaculación.
Sin embargo, antes de avanzar a la terapia, usted puede intentar conversar con su pareja y decir de forma abierta cuáles son sus preferencias sexuales, las posiciones que más le gustan, los estímulos que prefiere, en fin, todo lo que sea estimulante y pueda apresurarse el orgasmo.
Busque relajarse, fantasear y concentrarse en lo que le estimula sexualmente. Si el problema persiste, lo mejor es buscar la ayuda de un terapeuta sexual.