El tratamiento para la vesícula perezosa depende de la identificación correcta del problema digestivo. La vesícula perezosa es una expresión popularmente usada para problemas digestivos con síntomas variados que a menudo no se originan en la vesícula, como en el caso de la dispepsia o del reflujo gastroesofágico. La vesícula tiene como función almacenar la bilis (producida en el hígado) y eliminarla en el intestino, donde actúa en la digestión de las grasas.
Los síntomas de intolerancia a los alimentos grasos, frecuentemente asociados a mareos y, a veces, vómitos, sensación de empate y gases (distensión abdominal), dolor de cabeza y dolor intenso y agudo del lado derecho y superior del abdomen pueden ocurrir debido a la presencia de piedras o cálculos en la vesícula que dificultan o bloquean la eliminación de la bilis.
El tratamiento definitivo para la presencia de piedra en la vesícula (colelitiasis) es quirúrgico. Generalmente se realiza para las personas que presentan síntomas o en presencia de piedras menores de 0,5 cm mayores de 2 cm. La cirugía se realiza por medio de la laparoscopia, siendo la vesícula retirada con el auxilio de un aparato dotado de cámara y pinzas especiales (videolaparoscopio), que se introduce en el abdomen a través de pequeños cortes. Este método permite una recuperación y alta hospitalaria más rápida y con menos dolor.
Cuando los síntomas son leves o no hay la posibilidad de realizar la cirugía debido a otros problemas, como malas condiciones clínicas del paciente, se puede hacer el tratamiento con el uso de antiinflamatorios, medicamentos para dolor (analgésicos y antiespasmódicos) y medicamentos que de acuerdo con la composición del cálculo, pueden diluirlo. La dieta con poca grasa también se indica en estos casos para ayudar en el alivio de los síntomas.
Dependiendo de la ubicación de la piedra se puede realizar la remoción del cálculo por vía laparoscópica o endoscópica. Otra opción sería la litotripsia, que es un método de destrucción de los cálculos por medio de ondas de choque extracorpóreas, comúnmente utilizado en los casos de piedra en los riñones.
Para identificar si el problema digestivo es causado por la vesícula biliar, el estómago o el hígado, a veces es necesario recurrir a un especialista (gastroenterólogo), que podrá utilizar, además de la historia y el examen clínico, la ayuda de exámenes de ultrasonografía, tomografía , endoscopia y análisis de laboratorio para llegar al diagnóstico correcto.
