El tratamiento del trastorno de personalidad esquizoide se realiza con drogas psiquiátricos y psicoterapia. Se trata de un tratamiento muy difícil y largo, pudiendo llevar años.
Es común que la persona presente también otros trastornos mentales asociados, como depresión y ansiedad, que también necesitan ser tratados.
Las medicaciones generalmente usadas para tratar el trastorno de personalidad esquizoide son los siguientes: antidepresivos y ansiolíticos. Ya a terapia cognitivo-conductual está entre los métodos de psicoterapia más escogidos.
A través de la psicoterapia, el paciente es ayudado a reformular pensamientos desviadores y diferenciar sentimientos de la realidad. Esto ayuda a la persona a percibir sus comportamientos y cómo actúan en sus sentimientos y emociones.
Para que el trastorno de personalidad esquizoide sea diagnosticado, el individuo necesita presentar las siguientes características:
- Falta de gusto, deseo o placer en tener relaciones más cercanas o tener una familia;
- Opción por actividades solitarias, sin contacto directo con otras personas;
- Poco o ningún interés en tener relaciones sexuales;
- Falta de placer en las actividades que realiza;
- Ausencia de amigos íntimos, con excepción de sus parientes de primer grado;
- Indiferencia a críticas, elogios o opiniones de los demás;
- Distanciamiento, frialdad emocional o poca afectividad.
Muchas veces la demanda por el tratamiento es de la iniciativa de amigos y familiares, ya que es común que las personas con trastornos de personalidad sean resistentes al tratamiento. Los cambios son lentos y graduales. En los casos más graves, los resultados pueden ser poco satisfactorios.
El psiquiatra es el especialista responsable del diagnóstico y orientación del tratamiento del trastorno de personalidad esquizoide.
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