El derrame articular es la acumulación de líquido en la articulación, también conocida como junta.
Es causado por una inflamación de alguna estructura de esa articulación. La inflamación en la articulación puede tener varias causas como el trauma provocado por actividades físicas o contusiones, enfermedades como gota, artritis, artrosis, neuroartropatía crónica, siendo que en los casos de enfermedades sistémicas (alcanzan todo el organismo), como el lupus eritematoso sistémico, generalmente el derrame articular está acompañado de otros signos y síntomas y puede afectar más de una articulación.
Los signos y síntomas del derrame articular pueden ser dolor, dificultad para el movimiento, hinchazón (edema), calor y enrojecimiento en el lugar. Su tratamiento dependerá de su causa y su localización, pudiendo realizarse con anti-inflamatorios, antibióticos, retirada del líquido por medio de una aguja para aspiración (drenaje), reposo, reducción de peso, fisioterapia, tratamiento de la enfermedad causante de la inflamación y el tratamiento quirúrgico.
El ortopedista o el reumatólogo son los especialistas para realizar el diagnóstico y tratamiento de los problemas articulares.
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