Sí, la falta de aire constante puede ser síntoma de enfermedades que afectan a los pulmones o las vías respiratorias, como gripe, resfriado, bronquitis, rinitis, sinusitis, enfisema pulmonar, asma, entre otras. En estos casos, la falta de aire puede venir acompañada de tos.
La falta de aire se caracteriza por dificultad o incomodidad respiratoria que crea la sensación de que la persona no puede inhalar la cantidad suficiente de aire que necesita para respirar.
Sin embargo, la falta de aire no siempre es síntoma de problemas pulmonares o respiratorios. Hay varias otras causas, tales como ansiedad, enfermedades cardíacas (insuficiencia cardíaca, hipertensión arterial), falta de condicionamiento físico e incluso debilidad muscular.
Es importante prestar atención a algunas señales que pueden acompañar la falta de aire, ya que pueden indicar problemas más graves. la señales de alerta : dificultad para hablar, respiración jadeante, esfuerzo en el cuello para conseguir inspirar, interrupción del sueño durante la noche, cansancio al realizar tareas del día a día, labios rojos, tos, sibilancias o dolor en el pecho.
En la presencia de estos signos, la persona debe buscar un médico clínico general o un médico de familia para su evaluación.
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