Los principales tipos de reacción que la vacuna de la fiebre amarilla puede causar incluyen fiebre, dolor local, dolor de cabeza y dolores musculares. Sin embargo, la vacuna contra la fiebre amarilla es segura, eficaz y sus efectos colaterales normalmente son leves.
Algunas reacciones, tales como dolor, enrojecimiento, endurecimiento e hinchazón local, no están relacionadas con la vacuna propiamente dicha, sino con la inyección. Estos signos y síntomas suelen aparecer entre las 24 horas y las 48 horas siguientes a la aplicación y suelen durar de 1 a 2 días.
Reacciones leves
La vacuna en sí puede causar reacciones leves o graves. Los efectos colaterales leves de la vacuna de la fiebre amarilla normalmente surgen después de 3 días de la aplicación y pueden durar hasta 3 días. Entre ellos están: dolor, enrojecimiento y hinchazón en el lugar, dolor de cabeza, fiebre, malestar, dolor y debilidad muscular.
Reacciones graves
Las reacciones alérgicas están entre los efectos adversos más graves de la vacuna contra la fiebre amarilla. El inicio de la reacción es rápido. Los signos y síntomas en estos casos empiezan a manifestarse en las primeras dos horas después de la inyección, pudiendo incluir: urticaria, dificultad para respirar y hinchazones.
La ocurrencia de shock anafiláctico es bastante rara, ya que el riesgo es de 1 caso por cada 5.000.000 de personas que reciben la vacuna. En este tipo de reacción, pueden ocurrir enfermedades neurológicas, fallo agudo de órganos e incluso muerte súbita. Los síntomas en estas situaciones empiezan a aparecer en hasta 10 días después de la aplicación de la vacuna.
Signos y síntomas de fiebre amarilla
Una vez que la vacuna se produce con el propio virus de la fiebre amarilla, algunas personas pueden desarrollar la enfermedad. En los casos en que la persona desarrolla la propia fiebre amarilla como consecuencia de la vacuna, las reacciones son los propios signos y síntomas de la enfermedad, lo que puede incluir: fiebre, dolor de cabeza, fatiga intensa, dolores musculares y articulares, náuseas, vómitos, diarrea y dolor abdominal
A medida que la enfermedad evoluciona, el paciente puede presentar ictericia (piel y ojos amarillentos), problemas hepáticos y renales, reducción del número de plaquetas, disminución de la presión arterial, hemorragias, insuficiencia respiratoria, destrucción general de los músculos y estrechamiento de los vasos sanguíneos.
Enfermedades neurológicas
La aparición de enfermedades neurológicas derivadas de la vacuna contra la fiebre amarilla es muy rara, con cerca de 1 caso en cada 25.000.000 de personas vacunadas. Las reacciones en estos casos pueden manifestarse bajo la forma de dolor de cabeza, fiebre, cambios de conciencia, meningitis, parálisis muscular, convulsiones, cambios en la coordinación motora, encefalitis (inflamación en el cerebro) y muerte súbita.
Señales de alerta
Si la persona presenta los siguientes signos y síntomas en hasta 30 días después de haber tomado la vacuna contra la fiebre amarilla, ésta debe ser llevada a un servicio de urgencia lo más rápido posible:
- Ictericia (piel y ojos amarillentos);
- sangrado;
- Oscurecimiento de la orina;
- Reducción del volumen de orina;
- vómitos;
- Cambios de conciencia;
- Dolores abdominales.
Es importante recordar que la vacunación contra la fiebre amarilla es importante y necesaria, ya que protege contra una enfermedad que puede ser fatal. Sin embargo, existen grupos de riesgo que no siempre pueden recibir la vacuna o necesitan atención especial, por lo que es importante seguir las directrices de los profesionales de la salud.
Más información en:
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