El tratamiento de la espondilitis anquilosante se realiza con drogas para controlar el dolor, la inflamación y la progresión de la enfermedad, además de fisioterapia y ejercicios para mejorar la postura y la movilidad de las articulaciones afectadas. En algunos casos, la cirugía puede ser necesaria.
La espondilitis anquilosante no tiene cura. Sin embargo, si el tratamiento comienza en la fase inicial de la enfermedad, es posible mantenerla bajo control.
Para tratar la espondilitis anquilosante se utilizan medicamentos analgésicos para aliviar el dolor, relajantes musculares y remedios capaces de alterar la evolución de la enfermedad, como los antiinflamatorios no hormonas.
La medicación normalmente sólo es necesaria en la fase aguda de la espondilitis. Después de ese período, el tratamiento consiste principalmente en fisioterapia y ejercicios. Sin embargo, algunos pacientes pueden necesitar un tratamiento medicamentoso continuo, con dosis reducidas.
Cuando el tratamiento convencional no trae resultados, puede ser indicado a terapia biológicaque consiste en la inyección de medicamentos que actúan contra el dolor, la inflamación y las alteraciones inmunológicas verificadas en los pacientes con espondilitis anquilosante.
la cirugía es más usada cuando la espondilitis afecta la cadera, siendo raros los casos de espondilitis anquilosante en la colune en que el tratamiento quirúrgico es indicado.
Aunque la espondilitis anquilosante se vuelve menos activa con el paso del tiempo, el tratamiento debe mantenerse hasta el final de la vida. El principal objetivo es aliviar los síntomas, contener la evolución de la enfermedad y mantener o mejorar la movilidad de las articulaciones.
El tratamiento de la espondilitis anquilosante es responsabilidad de los médicos reumatólogo y ortopedista.
Más información en: ¿Qué es la espondilitis anquilosante y cuáles son los síntomas?
