Reflujo gastroesofágico es el resultado del mal funcionamiento de la válvula que queda entre el estómago y el esófago, que no se cierra adecuadamente y permite que el contenido ácido del estómago suba al esófago, provocando los siguientes: síntomas:
- ardor de estómago;
- Regurgitación de ácido estomacal;
- Dolor o ardor en el pecho;
- Roca por la mañana;
- Dificultad para tragar;
- Sensación de apretón en la garganta, como si tuviera con comida entallada;
- Tos seca;
- Mal aliento;
- Esofagitis (inflamación del esófago).
El reflujo gastroesofágico en bebés es bastante común y forma parte del desarrollo infantil. Ocurre debido a la inmadurez del sistema digestivo y generalmente desaparece cuando el bebé cumple 1 año de edad.
Sin embargo, si el reflujo del bebé no mejora después de los 6 meses de vida, se considera enfermedad y se caracteriza por síntomas como:
- Dificultad en ganar peso o aún pérdida de peso;
- Interrupción del crecimiento;
- Esofagitis (inflamación del esófago);
- Apnea (interrupciones de la respiración).
la reflujo laringofaríngeo se produce durante el reflujo gastroesofágico, cuando la secreción ácida del estómago llega hasta la garganta o la nariz. Los síntomas del reflujo laringofaríngeo son:
- Garganta enojada;
- Quemazón y sequedad en la garganta;
- Roca y tos, principalmente por la mañana.
La presencia de los síntomas de reflujo gastroesofágico o laringofaríngeo, al menos una o dos veces por semana, puede indicar que la persona es portadora de uno o ambos problemas, por lo que debe buscar un tratamiento médico gastroenterólogo.