En general, el asma está relacionado con una respuesta alérgica a agentes externos como ácaros, virus, polvo, por los de animales, polen, moho, entre otros. Sin embargo, la causa del asma no es totalmente conocida. Las crisis se desencadenan mediante una combinación de factores ambientales y genéticos específicos para cada persona.
La mayoría de las personas que sufren de asma o bronquitis alérgica, como también se conocen, están alergias, infecciones (gripes, resfriados, sinusitis), cambios en el tiempo, olores fuertes, humo, esfuerzo físico, emociones, medicamentos, alimentos, reflujo gastroesofágico, cambios hormonales, enfermedades.
El asma es una enfermedad inflamatoria, generalmente de causa alérgica, que afecta a las vías aéreas. Las crisis de asma provocan contracción de los bronquios y bronquíolos, reduciendo el calibre de las vías respiratorias y causando dificultad para respirar.
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Los principales síntomas del asma incluyen tos después de un esfuerzo físico o que empeora por la noche, chido en el pecho, falta de aire, respiración corta y cansancio.
En caso de crisis de asma, la persona debe ser evaluada por un médico en un servicio de urgencia y seguir el tratamiento para controlar la enfermedad. El neumólogo es el especialista indicado para diagnosticar y tratar el asma.
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