La sensación de hormigueo en las manos es causada por la compresión de un nervio o por la mala circulación sanguínea en una determinada región del cuerpo. Por lo tanto, todas las condiciones que causan estas situaciones pueden llevar a este síntoma.
Puede ser un síntoma normal, causado sólo por mala postura, o por ejemplo cuando dormimos sobre el brazo y, con ello, comprimimos los nervios y los vasos sanguíneos, perjudicando la circulación local, pero también puede ser síntoma de problemas más serios.
Entre las enfermedades relacionadas con la compresión de nervios, la más conocida es el síndrome del túnel carpiano, que ocurre principalmente en mujeres alrededor de los 40 años de edad, pero puede aparecer también en hombres y personas más jóvenes. Está relacionada con la compresión de los nervios del puño. Esta compresión puede aparecer por hinchazón del puño, que puede ocurrir en el período de la menopausia, durante el embarazo, en el hipotiroidismo o por consecuencia de traumas (golpes) en la región.
Cada vez más frecuente en los días actuales, es la compresión causada por esfuerzos repetitivos, en especial en las personas que utilizan demasiado los dedos para trabajar, como por ejemplo quienes trabajan con computadoras y pianistas.
Las enfermedades inflamatorias crónicas como la artritis reumatoide y el uso de algunos medicamentos también pueden favorecer la aparición de este síndrome.
Otra situación de compresión nerviosa no relacionada con el túnel carpiano es la hernia de disco. En este caso, la raíz del nervio, que se encuentra en la columna vertebral, acaba siendo "pellizcada" por los huesos vertebrales cada vez que el individuo se vuelve el cuello o se queda en determinada posición. Este "pellizco" puede ser sentido como un hormigueo intenso y súbito, que mejora cuando el cuerpo vuelve a la posición anterior.
Con respecto a la alteración de la circulación, enfermedades como la hipertensión, la diabetes y otras que causan vasculitis (enfermedad de los vasos sanguíneos) pueden llevar al síntoma.
Y existen también las llamadas causas centrales, en que el síntoma es provocado por alteraciones en el cerebro, y aunque son más raras también deben ser pensadas en el momento del diagnóstico.
Por último, las hormigas de inicio súbito, especialmente cuando se asocian a otros síntomas también de inicio súbito, como dolor en el pecho, debilidad, cambios visuales, cambios de habla, cambios de comportamiento, dificultad para caminar, desmayo entre otros, puede ser signo de infarto o AVC (derrame). En ese caso, un socorrista debe ser buscado inmediatamente.
En todo caso, para tener el diagnóstico más preciso en cada situación, es fundamental buscar un médico general o médico del trabajo, para que los exámenes sean hechos y los tratamientos más adecuados sean indicados.
