la la presencia de dolor y hueso en el lugar de inyección intramuscular es relativamente común y se considera una complicación de este procedimiento. La reacción adversa más relatada es el dolor en el lugar de la inyección. Esto ocurre porque la piel y el tejido subcutáneo son ricamente inervados y los receptores del dolor son estimulados por la aguja cuando penetra y diseca el tejido conectivo. El músculo es menos inervado, pero la infusión de solución puede ser muy dolorosa, por la irritación debida a la propia solución y al pH. La pigmentación de la piel y la hemorragia ocurren por extravasación de sangre después de lesión de capilares y vasos. El surgimiento de nódulo en el lugar puede corresponder a la contractura muscular o formación de absceso. El absceso se asocia al aumento de la temperatura y enrojecimiento local.
en general medidas locales, como el uso de pomadas de anti-inflamatorios, calor local o aumento de los movimientos es suficiente para resolver las complicaciones.
Otras complicaciones de las inyecciones intramusculares se mencionan a continuación:
- disminución de la sensibilidad del miembro;
- formación de absceso;
- infarto y necrosis local;
- atrofia de la piel y tejido adiposo;
- contractura muscular;
- fibrosis tisular;
- hematoma;
- lesión del nervio ciático.
La ocurrencia de complicaciones depende de algunos factorescomo:
- Tipo de medicación introducida: puede ser irritante, estar diluida en solvente aceitoso o de absorción lenta, alta concentración;
- Volumen inyectado incompatible con la estructura del músculo: puede aumentar la tensión local, compresión vascular; el edema local, junto con el efecto tóxico, puede causar infarto muscular, fibrosis y necrosis;
- Lugar de aplicación incorrecta en relación a la calidad de la medicación inyectada: hay medicamentos que requieren gran masa muscular, ya que una superficie posibilita acentuada velocidad de absorción;
- Uso inadecuado de la técnica;
- Selección inadecuada de la aguja y de la jeringa: la medicación retenida en el tejido adiposo es muy lentamente absorbida y pueden producirse nodulaciones; en el paciente adelgazado, puede alcanzar inervaciones o estructuras óseas. La jeringa o la aguja contaminadas pueden conducir a septicemias;
- La elección inadecuada del área a ser introducida a medicación: el músculo deltoide (en el brazo) constituye el último a ser utilizado debido al nervio circunflejo y ramificaciones de vasos en su porción inferior izquierda;
- Desconocimiento por los profesionales de la anatomía y farmacología, así como falta de práctica y habilidad;
- Múltiples inyecciones en un solo lugar: después de repetidas inyecciones en el mismo lugar, manchas, depresiones, fibrosis y otras complicaciones pueden ocurrir debido a la concentración, pH, naturaleza química de la droga y cinética de absorción.
Si usted presenta complicaciones después de la inyección intramuscular, debe buscar el servicio de salud en que se aplicó para mayores orientaciones.