la Ultrasonografía transvaginal generalmente es un examen simple que no implica dolor ni durante ni después del examen.
todos dolor es una percepción relativa y muy personal que involucra los miedos e inseguridades de la mujer ante los resultados esperados, así como la confianza que deposita en el profesional que está realizando el examen. Por eso, a pesar de ser un examen inocuo y que no causa dolores, algunas mujeres pueden sentir incómodas.
La ultrasonografía transvaginal se realiza con la mujer en la posición acostada y con las piernas dobladas y separadas una de la otra. El médico le introduce el transductor (una especie de pluma más gruesa) cubierta con preservativo y gel lubricante para facilitar la entrada en el intro vaginal. Este transductor transmite la información identificada en el cuello del útero y útero de la paciente a un monitor donde el profesional puede visualizar posibles alteraciones o normalidades.
Generalmente es un procedimiento rápido que no produce dolor, pero como se dijo arriba, esa percepción puede ser personal y variar de persona a persona.
