Fumar y tomar anticonceptivo aumenta los riesgos de ataque al corazón (infarto) y fuga (AVC - Accidente Vascular Cerebral). Fumar por sí mismo ya hace muy mal a la salud y aumenta las posibilidades de enfermedades cardiovasculares, pero la combinación del cigarrillo con el anticonceptivo hace el riesgo aún mayor.
Este riesgo se asocia a los anticonceptivos que contienen estrógeno en su fórmula. Las mujeres que fuman, especialmente las mayores de 35 años, deben optar por los anticonceptivos con sólo progestágeno en la fórmula u otros tipos de métodos anticonceptivos sin estrógeno.
Esto es porque tanto la nicotina como el anticonceptivo provocan una disminución del calibre de los vasos sanguíneos, es decir, vasoconstrictores.
Además, la nicotina estimula la agregación de plaquetas (células responsables de la coagulación sanguínea), favoreciendo la formación de coágulos en las arterias.
Por otra parte, estrógeno, una de las hormonas presentes en el anticonceptivo, puede provocar la formación de placas en la pared de los vasos sanguíneos.
Lo ideal es dejar de fumar. Sin embargo, si la mujer no consigue abandonar el vicio, es recomendable utilizar otro método anticonceptivo para evitar posibles complicaciones. Si usted fuma y usa algún anticonceptivo o desea empezar a usar, busque un servicio de salud o marque una consulta con el ginecólogo, médico / a de familia o clínica general para mejor asesoramiento.
