El / a bebé debe ser amamantado / a por lo menos hasta el segundo año de vida, es decir, en los 24 meses de edad.. Durante los 6 primeros meses, el La lactancia materna debe ser exclusiva, siendo la leche materna como única fuente de nutrición. A partir de ese período, la madre podrá continuar amamantando, pero debe introducir otros alimentos y líquidos en la rutina alimentaria del niño.
La leche materna es de extrema importancia para el desarrollo y crecimiento del niño, además de ser un potente protector contra infecciones inoportunas.
La lactancia materna no tiene un límite máximo recomendado a partir del cual no se debe amamantar. Después del segundo año de vida, el bebé puede continuar en lactancia normal. Este momento debe ser placentero para la madre y el bebé, ayudando en el fortalecimiento del vínculo y continuando en la oferta de los nutrientes presentes en la leche materna.
Además de los beneficios a corto y largo plazo para el niño, la lactancia materna presenta numerosas ventajas para la mujer y su familia. Frecuente las consultas de puericultura y converse con el profesional de la salud sobre sus dudas.
