Sí, quien hizo trasplante de riñón puede quedar embarazada, aunque el embarazo en ese caso sea considerado de alto riesgo. Las complicaciones más observadas son la hipertención arterial (presión alta) y el parto pre-término.
Sin embargo, a pesar de que la frecuencia de complicaciones es más alta, el trasplante de riñón no es por sí solo una contraindicación para el embarazo.
El éxito de la gestación en una mujer que hizo transplante renal depende de una planificación minuciosa antes de quedar embarazada, basada en su salud general, histórico de rechazo, presión arterial, entre otros factores.
El tiempo medio de espera entre el trasplante y el embarazo es de aproximadamente 3 años. Cerca del 70% de los bebés nacidos de estas gestaciones nacen con vida.
Las complicaciones son más frecuentes porque cerca de la mitad de las mujeres que transplante de riñón desarrollan hipertensión arterial leve, que es un factor de riesgo para pre-eclampsia.
El riesgo de preeclampsia también es mayor en las gestantes trasplantadas, pudiendo ocurrir en hasta el 20% de las gestaciones.
El trasplante de riñón también aumenta las posibilidades de sangría y infección urinaria, además de dejar el organismo de la embarazada más fragilizado y susceptible a los riesgos de la propia gestación, que también sobrecarga los riñones.
El gran desafío de un embarazo después de un trasplante de riñón es preservar la salud materna y fetal durante todo el período gestacional, lo que requiere una planificación y asesoramiento riguroso, que deben comenzar antes de que la mujer trate de quedar embarazada.
