¿Usar jabón íntimo todos los días hace mal?

Respuesta de experto:

No, usar jabón íntimo todos los días no hace mal. Por el contrario, el ácido láctico presente en la formulación del jabón íntimo favorece el pH vaginal, que es ácido. Esta acidez es fundamental para mantener el equilibrio de la flora vaginal y proteger la región de los hongos y las bacterias que pueden causar enfermedades y otras molestias, como ardor y corrientes.

La ventaja del jabón íntimo en relación a los jabones comunes es que los íntimos tienen pH ácido y limpian la región sin agredir la protección local, mientras que los comunes tienen pH alcalino, pudiendo hacer las condiciones desfavorables para el desarrollo de las bacterias que protegen la vulva.

Los jabones íntimos específicos para la región vulva y vaginal no interfieren en el pH normal de la vagina y pueden incluso proteger la flora local, ayudando a combatir otros microorganismos que no sobreviven en pH ácido.

Sin embargo, el uso rutinario de estos jabones es cuestionado por ginecólogos, que se preocupan por la posibilidad de irritaciones y alergias, pues cuanto más se altera el hábitat de la flora vulvar y vaginal, mayor es el riesgo de infecciones e inflamaciones.

Sin embargo, los pocos estudios que existen sobre el tema indican que los jabones íntimos no interfieren de forma considerable en los agentes microbianos de la vulva y de la vagina y son poco alergénicos e irritativos.

Lo importante es saber utilizar correctamente el jabón íntimo. A la hora del baño, la mujer debe aplicar sólo un poco de jabón íntimo en la vulva, frotar bien y enjuagar bastante a seguir.

Recordando que el jabón íntimo sólo debe usarse exterior de la vagina. Las duchas vaginales para lavar la parte interna pueden alterar el pH vaginal y perjudicar las defensas naturales de la región, como ya se ha explicado.

El uso de productos de higiene adecuados para cada parte del cuerpo disminuye los riesgos de alergia e irritaciones, además de interferir menos con los microorganismos que habitan el local.

El médico ginecólogo debe evaluar los riesgos y los beneficios en cuanto al uso diario de jabón íntimo para cada paciente, teniendo en cuenta la flora vaginal, la expectativa de la mujer y los eventuales efectos colaterales.