La orina muy amarilla generalmente es una señal deshidratación. La falta de ingestión de agua o la pérdida de grandes cantidades de líquido corporal por el sudor dejan la orina más concentrada, con una coloración más amarillenta. En estos casos, además de estar más oscura, la orina también presenta un olor más fuerte.
El color amarillo de la orina indica la concentración de impurezas que el riñón filtró de la sangre y eliminó. Cuanto más diluidos están estos desechos, más clara es la orina. Cuanto menos diluidos, más fuerte es el color de la orina.
Por lo tanto, una orina muy amarilla indica que falta agua en el cuerpo. Esto puede ocurrir, por ejemplo, en días más cálidos en los que la transpiración es más intensa y la ingestión de líquidos es insuficiente para restablecer lo que fue perdido por el sudor.
En los días más fríos la pérdida de agua a través de la transpiración es menor. Por lo tanto, el volumen de orina es mayor y la orina tiende a quedar más clara. Si la ingestión de líquidos es abundante, es normal que la orina quede casi incolora.
Por eso, observar el color de la orina es una buena forma de saber si el cuerpo está bien hidratado o no. Si está muy amarilla, hay que beber más agua.
Sin embargo, es importante recordar que la orina oscura también puede ser signo de problemas de salud, como infección urinaria, hepatitis y hasta cáncer en el aparato urinario, principalmente si la orina presenta espuma, pus o un olor muy fuerte. En la presencia de estos síntomas, consulte a un médico urólogo.
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