Las causas del trastorno afectivo bipolar no son totalmente conocidas. Sin embargo, se sabe que el origen del trastorno está asociado a factores genéticos, cambios en algunas regiones del cerebro y variaciones de los niveles de neurotransmisores que transmiten los impulsos cerebrales.
También se sabe que algunas condiciones pueden favorecer el desarrollo del trastorno bipolar, como crisis constantes de depresión o que comenzaron muy temprano, posparto, períodos prolongados de estrés, uso de medicamentos inhibidores del apetito, hipertiroidismo e hipotiroidismo.
Trastorno afectivo bipolar Tipo I
Este tipo de trastorno bipolar alterna fases maníaque duran al menos una semana, con períodos de tiempo dolor y depresión que pueden durar de 14 días a varios meses.
Las fases de manía y depresión están marcadas por síntomas intensos, con grandes cambios en las actitudes y el comportamiento de la persona, perjudicando las relaciones personales, afectivas, familiares, profesionales ya veces su propia condición financiera.
En los casos más graves de trastorno afectivo bipolar, puede ser necesario internar a la persona debido al elevado riesgo de suicidio y ocurrencia de otros trastornos psiquiátricos.
Trastorno afectivo bipolar Tipo II
Los signos y síntomas del trastorno bipolar tipo II se caracteriza por la alternancia entre leves períodos de tiempo euforia, excitación, optimismo e incluso agresividad (hipomanía) seguidos por una fase de depresión.
Sin embargo, los síntomas de este tipo de trastorno afectivo bipolar no más leves y no interfieren en el punto de comprometer el comportamiento y la vida del individuo.
El médico psiquiatra es el especialista responsable de diagnosticar y orientar el tratamiento más adecuado para el trastorno bipolar.
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