Se considera infertilidad cuando la pareja tiene relaciones sexuales rutinariamente, sin método anticonceptivo, por un año, sin conseguir embarazarse. En estos casos, es necesario buscar un médico ginecólogo y urólogo, para investigar el motivo de la dificultad para quedar embarazada y para iniciar el tratamiento.
Hay varias opciones de tratamiento para la infertilidad. Los procedimientos de bajo costo y poco invasivos son los primeros. No ocurriendo la gestación, los tratamientos se vuelven progresivamente más sofisticados, caros e invasivos.
El tratamiento de la infertilidad siempre debe ser dirigido a la causa. Así, las mujeres deberán realizar algunos exámenes de laboratorio, con dosificación de hormonas, ultrasonido transvaginal, para evaluar el útero y los ovarios y, a veces, un examen para evaluar si hay obstrucción de las trompas. El hombre deberá realizar un espermograma, para evaluar la cantidad y calidad de los espermatozoides. En presencia de cambios en el espermograma, deberá investigar las causas (enfermedades de los testículos, cambios hormonales, varicocele, etc.). Después del tratamiento de alteraciones en el aparato reproductivo de la pareja, cuando se encuentran, deberá ser tentada la gestación por los métodos naturales (hay algunas excepciones). Cuando el tratamiento no tiene éxito (no resulta en el embarazo), o en casos de infertilidad sin razón aparente, el tratamiento se estipula de acuerdo con algunos factores pronósticos relevantes:
- edad de la mujer: cuanto más avanzada, menor es la probabilidad de quedar embarazada;
- tipo de infertilidad: primaria (la pareja no tiene gestaciones anteriores) o secundaria (pareja ya embarazada antes). Si es primaria, la probabilidad de quedar embarazada es menor;
- tiempo de Infertilidad: cuanto más prolongado, menor es la probabilidad de quedar embarazada.
Los tratamientos para infertilidad sin causa aparente preconizados son los siguientes:
- expectante,
- inducción de la ovulación (poliovulación);
- inseminación intrauterina (IIU);
- inducción de la ovulación con inseminación intrauterina (IIU);
- fertilización in vitro;
- Inyección intracitoplasmática de espermatozoides.
Las probabilidades de éxito para cada método son variables y deben ser discutidas con el médico especialista en fertilidad.
