Sí, una crisis de asma puede matar. Si no se trata adecuadamente, el asma puede llevar a la muerte debido al bloqueo que provoca en las vías aéreas, dificultando la respiración y la oxigenación de los órganos del cuerpo.
Durante una crisis de asma grave, la persona puede necesitar la ayuda de aparatos para respirar. En estos casos, muchas veces el paciente no resiste y puede morir.
Esto sucede porque la "obstrucción" de las vías aéreas provocada por el asma perjudica la entrada y la salida de aire de los pulmones, causando falta de aire, tos y sibilancias en el pecho.
Sin tratamiento, el asma puede hacer que este bloqueo de las vías aéreas irreversible y la persona deje de enviar la cantidad de oxígeno que los órganos del cuerpo necesitan para funcionar adecuadamente. En las crisis más graves, esta falta de oxígeno puede llevar a la muerte.
Para saber si el asma está controlada, se deben observar sus signos y síntomas. Si la persona ha presentado, al menos, una vez en las últimas 4 semanas, uno de los siguientes elementos, es posible que la enfermedad no esté bajo control:
- Síntomas durante el día, más de 2 veces por semana;
- Despertar durante la noche a causa del asma;
- Utilizar medicamentos para aliviar la falta de aire más de 2 veces por semana;
- Limitación de las actividades diarias derivada del asma.
En estos casos, el paciente debe buscar a su médico neumólogo para una evaluación. Para prevenir las crisis de asma que pueden matar, es fundamental seguir el tratamiento de forma correcta y continua, manteniendo siempre el cuidado con el ambiente.
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