Una persona puede contraer tétano cuando se produce la contaminación de una lesión en la piel o en una mucosa, por la bacteria Clostridium tetanios , encontrada en forma de esporas en el suelo, estiércol y superficie de objetos. La mejor forma de evitar la enfermedad es a través de la vacunación.
Cuando contamina una herida, la C. tetanios se convierte en capaz de producir una toxina que actúa sobre las terminaciones nerviosas y provoca las fuerte contracciones musculares que caracterizan el tétano.
La principal forma de prevenir el tétano es a través vacuna antitetánica, disponible gratuitamente en las Unidades Básicas de Salud del SUS. La utilización de equipos de protección individual también contribuye a la prevención del tétano pues evita lesiones, además del cuidado adecuado y correcto de las heridas abiertas o puntiformes.
Debido a la gravedad de la enfermedad, de sus complicaciones y de la necesidad de un equipo entrenado para asistencia, el tratamiento del tétano debe ser siempre hecho en ambiente hospitalario.
