Taquicardia sinusal es una situación que ocurre en situaciones simples como después del ejercicio físico, fiebre, ingestión de cafeína o después de alguna preocupación excesiva, pero puede venir junto con otras situaciones más preocupantes como infarto de miocardio, embolia pulmonar, hipotensión, sepsis, etc.
¿Qué puede provocar taquicardia?
La mayoría de las veces la taquicardia no es perceptible por la persona, pero puede ser sentida como una aceleración del corazón y la percepción de los latidos más fuertes. En algunos casos, la taquicardia puede ir acompañada de mareo, dolor de pecho, desmayo y dificultad para respirar.
Las personas que ya tienen algún problema cardiaco pueden presentar síntomas diferentes y, en este caso, la taquicardia puede suponer un riesgo porque el músculo cardíaco consumirá más oxígeno, el flujo sanguíneo hacia las arterias disminuirá y la insuficiencia cardíaca puede agravar.
En las situaciones de taquicardia fisiológica y en las causadas por situaciones momentáneas, no hay necesidad de tratamiento. En la taquicardia provocada por otras enfermedades, el propio tratamiento de base de la enfermedad o el tratamiento de emergencia, como en el infarto, será suficiente para volver al ritmo cardíaco habitual. En algunas situaciones, el médico puede recetar medicamentos para reducir los latidos del corazón, controlar la ansiedad, usar un marcapaso externo o incluso un desfibrilador. Las cirugías de ablación (para destruir células que producen señales eléctricas anormales) son menos frecuentes, pero asociadas a ciertas patologías, puede ser necesaria.
En caso de que la taquicardia venga acompañada de dolor en el pecho, falta de aire, dificultad para respirar busque un servicio de emergencia.
