Diversos factores pueden aumentar el riesgo de desarrollo de trombosis venosa profunda, principalmente de los miembros inferiores.
1) Cirugía:
Los pacientes sometidos a cirugías en la región pélvica y miembros inferiores, presentan un alto riesgo de formación de trombos en los miembros inferiores. El efecto de los anestésicos, la propia manipulación de los vasos sanguíneos y tejidos subyacentes durante el acto quirúrgico y el prolongado tiempo sin levantarse en el postoperatorio, hacen que la cirugía sea un evento con un alto riesgo de trombosis venosa profunda.
* Cuando caminamos, el impacto de los pies en el suelo y la contracción de los músculos, principalmente de la pantorrilla, ayudan a empujar la sangre en las venas de las piernas hacia arriba, hacia el corazón. Permanecer acostado por mucho tiempo favorece la estase de la sangre en los miembros inferiores, principalmente para quienes sufren de insuficiencia venosa.
2) Traumas:
Por razones parecidas a las de la cirugía, los traumatismos grandes también son importantes factores de riesgo para la trombosis venosa profunda, tanto por el impacto en los vasos sanguíneos como por el tiempo que la persona queda inmovilizada en la cama después del accidente.
3) Permanecer sentado en viajes largos:
Los largos viajes, generalmente por encima de 8 horas, pueden facilitar el surgimiento de trombosis venosa profunda, principalmente en individuos con otros factores de riesgo, como obesidad, varices, tabaquismo, embarazo, etc.
¿Ya notó cómo sus pies se hinchan y el zapato se vuelve más difícil de calzar después de un largo viaje en avión? Permanecer sentado por muchas horas, con las piernas dobladas, dificulta el retorno de la sangre al corazón, favoreciendo la estase y, consecuentemente, la formación de trombos.
4) Cáncer:
Hay tumores malignos que producen sustancias que aumentan las posibilidades de la sangre coagular, favoreciendo la formación de trombos.
5) Insuficiencia cardíaca:
Los individuos con insuficiencia cardíaca tienen un corazón débil, con dificultad para bombear la sangre a todo el cuerpo, lo que lleva al estancamiento de la sangre en los miembros inferiores y favorece la formación de coágulos.
6) Embarazo:
Los cambios hormonales elevan la capacidad de coagulación de las embarazadas. Además, a medida que el útero crece, la vena cava va siendo comprimida, lo que dificulta el flujo de la sangre proveniente de las venas de los miembros inferiores. Las embarazadas tienen 5 veces más probabilidades de desarrollar trombosis que las mujeres que no están embarazadas de la misma edad.
7) Trombofilias:
Enfermedades sanguíneas que hacen desregular el sistema de coagulación, creando un estado de hipercoagulabilidad y gran riesgo de formación de trombos. Sin embargo, a pesar de ser un fuerte factor de riesgo para la trombosis, las trombofilias son patologías poco comunes. Entre las trombofilias más frecuentes, se destacan:
- Mutación del Factor V de Leiden;
- Mutación del gen del gen de la protrombina;
- Deficiencia de proteína S;
- Deficiencia de proteína C;
- Deficiencia de antitrombina;
- disfibrinogenemia;
- Anticuerpo anti-fosfolípido.
Además de los citados anteriormente, hay varios otros factores de riesgo para trombosis venosa profunda, entre los cuales están:
- la obesidad;
- Predisposición genética;
- deshidratación;
- Dificultad de deambulación;
- Venas varicosas;
- fumar;
- Uso de anticonceptivos hormonales o hormonioterapia;
- Edad superior a 60 años;
- Síndrome nefrótico;
- Uso de ciertos medicamentos (como tamoxifeno, eritropoyetina, talidomida y reposición hormonal en la menopausia);
- Historia familiar de trombosis;
- Policitemia vera;
- Trombocitopenia esencial;
- Enfermedad inflamatoria intestinal;
- Uso de catéter venoso central en la vena femoral.
En caso de sospechas de trombosis venosa profunda, se debe consultar a un médico. Puede evaluar detalladamente, a través de anamnesis, examen físico y eventuales exámenes complementarios, cuál es su diagnóstico correcto, orientarlo y prescribir el mejor tratamiento, caso por caso.
