Sí, tomar refrigerante hace daño a los huesos porque perjudica absorción de calcio por el organismo y favorece la pérdida de masa ósea, aumentando el riesgo de fracturas y osteoporosis.
Los refrescos son ricos en partido, presente en el ácido fosfórico. En el cuerpo humano, calcio está siempre conectado al fósforo. Se llaman gemelos metabólicos, pues donde uno está, allí está el otro también.
Al tomar refrigerantes, sea él normal, diet, light o cero, el cuerpo necesita ir a buscar el calcio de los huesos para procesar la gran cantidad de fósforo ingerido.
Este desequilibrio contribuye a la pérdida de masa ósea, aumentando el riesgo de la osteoporosis.
Además, el fósforo y el calcio compiten entre sí para ser absorbidos por el organismo. Esto significa que tomar refrigerante dificulta la absorción del calcio presente en los alimentos.
Otra sustancia que perjudica los huesos es la cafeína, presente en grandes cantidades en los refrescos a base de cola, como Coca-Cola y Pepsi.
En exceso, la cafeína aumenta la concentración de calcio en los músculos, bloqueando así su recaptación a la sangre.
La cafeína también aumenta la producción de las células responsables reabsorción ósea, es decir, que retiran el calcio de los huesos.
El resultado es una reducción de la masa ósea, con el consiguiente aumento del riesgo de fracturas, principalmente en las mujeres.
